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Es una extensión de la Biodanza que utiliza la arcilla de diferentes maneras: sumergiéndose en ella, untándola por el cuerpo, moldeándola…
El barro (mezcla de tierra y agua) nos invita a vivir la sensualidad, nutrición y fecundidad y al mismo tiempo el dinamismo y la transformación.
Favorece la creatividad y tiene un efecto profundo sobre el inconsciente personal (memoria de los hechos vividos a la que no solemos tener acceso consciente) y el inconsciente vital (el comportamiento autónomo de las células y tejidos).
Se realizan ceremonias que conectan con el placer y la transcendencia, la percepción de fusión con la totalidad (con la arcilla en su versión líquida) y de fortalecimiento de la identidad (con la arcilla moldeable).
Para participar se precisa tener suficiente experiencia en Biodanza (generalmente al menos 6 meses en grupos semanales). Consúltanos o consulta con tu facilitadora/or para saber si es tu momento adecuado.
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